Voy a hablar de un tema que puede levantar ampollas, y más viniendo de un socialista convencido como yo. Soy socialista porque creo que las riquezas que genere un Estado se tienen que convertir en progreso social para el pueblo y el planeta. Pero esto no significa que no crea que también se deba apoyar a la empresa, porque tal como esta organizado el mundo, las empresas son el motor económico que lleva al progreso social. Estoy totalmente en contra, y lo sabréis si me habéis leido, de la codicia, de la avaricia y del ego.
Una vez aclarado esto, y un poco arto del PP y de su clase política y de muchos de sus seguidores, quiero realizar una reflexión sobre la reforma laboral que han propuesto los empresarios de la Comunidad de Madrid y que ha sido secundada por la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales), es decir, el sindicato de los empresarios. Resulta que estos señores han propuesto una reforma laboral. Esta reforma laboral se basaría en abaratar el despido, pasando de pagar 45 días por año trabajado al trabajador a 20 días.
Bueno, vamos a pararnos y pensar con una lógica de una nueva izquierda pragmática y alejada de ciertos dogmatismos marxianos. En la conyuntura en la que nos encontramos actualmente en España, creo que los empresarios se han ido de listos. Vamos a ver señores, ¿en qué coño estáis pensando?, ¿en despedir a más gente y dejarlos sin ni un puto duro? Vamos a ser realistas. Como estan ahora mismo las cosas es de poca catadura moral pedir esto. El abaratamiento del despido solo tiene sentido para potenciar la movilidad laboral, quitar el miedo de algunos empresarios a contratar nuevos empleados, reducir los contratos temporales y mejorar la calidad de los contratos fijos. Pero el problema es que ahora si se despide a una persona, dicha persona no puede encontrar otro trabajo para subsistir, porque simplemente no lo hay. Hay que garantizar la subsitencia de los trabajadores despedidos, que entre el finiquito y el subsidio de desempleo les das sólo para sobrevivir un par de años a lo sumo. Esta situación se agrava en las personas con edades cercana a la jubilación, ya que para la jubilación sólo se cotiza los últimos años trabajados. Imaginaros una persona con 50 años que tuviese un buen sueldo en su empresa y que ha sido despedida. Si ya es difícil que lo vuelvan a contratar, si lo hacen seguro que no es con el mismo salario que antes, por lo que su jubilación se vería seriamente perjudicada. Pero bueno, este no es el momento para este debate tan interesante.
En lo que se refiere al abaratamiento del despido sólo tendría sentido discutirlo en épocas de prosperidad económica, donde resulte fácil encontrar otro empleo y no ahora, que es casi imposible. Pues voy a ejercer de abogado del diablo, y sugerir una reforma laboral con sentido y pragmática, pero no para ahora, sino cuando nos recuperemos. Confío en que Zapatero nos sacará de esta crisis, pero tiene que empujar un poquito más en dejarnos un futuro prometedor. Tiene que sentar las bases de un nuevo modelo económico de crecimiento y de garantías, sin que se cometan los errores del pasado.
Mi propuesta es la siguiente. En España, muchas familiar regentan negocios familiares y pequeños, es decir las pymes. Mi propuesta sería abaratar no a 20 días, pero si a 30 días. Pero a esto sólo se podrían acoger las pymes, ya que las multinacionales tienen suculentos beneficios, y se aprovechan muchas veces de los trabajadores. Con esta medida, en épocas de vacas gordas, ayudamos a flexibilizar la economía, potenciar el empleo, mejora la calidad de los contratos y ayuda a las pymes en convertirse en empresas grandes.
Una vez aclarado esto, y un poco arto del PP y de su clase política y de muchos de sus seguidores, quiero realizar una reflexión sobre la reforma laboral que han propuesto los empresarios de la Comunidad de Madrid y que ha sido secundada por la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales), es decir, el sindicato de los empresarios. Resulta que estos señores han propuesto una reforma laboral. Esta reforma laboral se basaría en abaratar el despido, pasando de pagar 45 días por año trabajado al trabajador a 20 días.
Bueno, vamos a pararnos y pensar con una lógica de una nueva izquierda pragmática y alejada de ciertos dogmatismos marxianos. En la conyuntura en la que nos encontramos actualmente en España, creo que los empresarios se han ido de listos. Vamos a ver señores, ¿en qué coño estáis pensando?, ¿en despedir a más gente y dejarlos sin ni un puto duro? Vamos a ser realistas. Como estan ahora mismo las cosas es de poca catadura moral pedir esto. El abaratamiento del despido solo tiene sentido para potenciar la movilidad laboral, quitar el miedo de algunos empresarios a contratar nuevos empleados, reducir los contratos temporales y mejorar la calidad de los contratos fijos. Pero el problema es que ahora si se despide a una persona, dicha persona no puede encontrar otro trabajo para subsistir, porque simplemente no lo hay. Hay que garantizar la subsitencia de los trabajadores despedidos, que entre el finiquito y el subsidio de desempleo les das sólo para sobrevivir un par de años a lo sumo. Esta situación se agrava en las personas con edades cercana a la jubilación, ya que para la jubilación sólo se cotiza los últimos años trabajados. Imaginaros una persona con 50 años que tuviese un buen sueldo en su empresa y que ha sido despedida. Si ya es difícil que lo vuelvan a contratar, si lo hacen seguro que no es con el mismo salario que antes, por lo que su jubilación se vería seriamente perjudicada. Pero bueno, este no es el momento para este debate tan interesante.
En lo que se refiere al abaratamiento del despido sólo tendría sentido discutirlo en épocas de prosperidad económica, donde resulte fácil encontrar otro empleo y no ahora, que es casi imposible. Pues voy a ejercer de abogado del diablo, y sugerir una reforma laboral con sentido y pragmática, pero no para ahora, sino cuando nos recuperemos. Confío en que Zapatero nos sacará de esta crisis, pero tiene que empujar un poquito más en dejarnos un futuro prometedor. Tiene que sentar las bases de un nuevo modelo económico de crecimiento y de garantías, sin que se cometan los errores del pasado.
Mi propuesta es la siguiente. En España, muchas familiar regentan negocios familiares y pequeños, es decir las pymes. Mi propuesta sería abaratar no a 20 días, pero si a 30 días. Pero a esto sólo se podrían acoger las pymes, ya que las multinacionales tienen suculentos beneficios, y se aprovechan muchas veces de los trabajadores. Con esta medida, en épocas de vacas gordas, ayudamos a flexibilizar la economía, potenciar el empleo, mejora la calidad de los contratos y ayuda a las pymes en convertirse en empresas grandes.
Y ya para acabar, y aunque no venga al caso, sugerir al gobierno que ofrezca ayudas a las pymes para invertir en innovación y poder ser así más competitivas en el mercado internacional. Ahora me pregunto... ¿esto lo leerá quien lo tiene que leer? jejejeje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario